Bolsonaro hace demostración de fuerza con multitudinaria marcha

Las calles de São Paulo se llenaron de manifestaciones de protesta convocadas por el ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Según los medios locales, el inicio oficial de la manifestación fue alrededor de las 15 horas, pero numerosos manifestantes vestidos de verde y amarillo y con la bandera brasileña comenzaron a reunirse frente al Museo de Arte de São Paulo alrededor de las 9 horas.

El discurso inaugural del acto de apoyo al expresidente estuvo a cargo de su esposa, Michelle. El evento se organiza a raíz de la apertura de investigaciones sobre el presunto golpe de Estado de 2022 con el que Bolsonaro y otros funcionarios cercanos a él supuestamente intentaron negar el resultado de las elecciones presidenciales ganadas por Lula da Silva. Además de la ex primera dama, para apoyar la existencia de una nueva «maniobra política» del poder judicial, también participaron el gobernador del estado de Sao Paulo, Tarcisio de Freitas (del Partido Republicano) y el pastor Silas Malafaia, que reivindica la papel de organizador y financiador del evento, a través de la “Assembleia de Deus Vitoria em Cristo”.

A la manifestación, afirmó el asesor de Bolsonaro, Fabio Wajngarten, asistieron también los gobernadores de los estados de Goiás, Ronaldo Caiado, de Santa Catarina, Jorginho Mello, un centenar de diputados y entre diez y quince senadores. La iniciativa surge tras la primera ronda de interrogatorios celebrada en la sede de la Policía de São Paulo. Audiencia durante la cual Bolsonaro decidió hacer uso de la decisión de no responder desde el momento al hacer saber que la defensa no había tenido acceso previo a la documentación por la que se le acusa.

Unite al canal de La Tribuna en Whatsapp

Los medios locales también plantean por este motivo la hipótesis de que el domingo el ex presidente intentará evitar referencias directas al proceso y al magistrado del Tribunal Supremo (Supremo tribunal federal, Stf), Alexandre de Morais, encargado de la investigación.

«Me acusan de un golpe, ¿un golpe apelando a la Constitución?», se ha preguntado en forma retórica el ex jefe de Estado, de 68 años, que vestía una camiseta de la selección brasileña de fútbol. «Busco la pacificación para borrar el pasado», ha añadido tras asegurar que nunca tramó un golpe de Estado.

Decenas de miles de personas -las autoridades no ofrecieron una estimación concreta- se repartieron ya desde por la mañana por la arteria que vertebra Sao Paulo exhibiendo banderas de Brasil y de Israel.

La situación jurídica de Bolsonaro se agravó y las sospechas por intentar un golpe de Estado contra el actual presidente, Lula da Silva, han aumentado. La Policía cree que por las manos de Bolsonaro pasaron borradores de decretos para anular el resultado de las elecciones de 2022, que ganó Lula por un estrecho margen, dentro de un plan para mantenerle en el podery que llegó a sopesar la detención del juez De Moraes, y hasta del presidente del Congreso Nacional, Rodrigo Pacheco.

Con ello buscaban, de acuerdo con los autos, evitar la investidura de Lula, en el poder desde el 1 de enero de 2023. La intentona tuvo un último capítulo una semana después, cuando miles de bolsonaristas invadieron y destrozaron las sedes de la Presidencia, el Parlamento y el Supremo, en Brasilia, para forzar una intervención militar que derrocase al dirigente progresista.