Paraguay reclama en la ONU la libre navegación de los ríos para los países sin litoral marítimo

El canciller, Rubén Ramírez Lezcano, abogó por la observancia del derecho internacional y destacó el valor fundamental de los diversos acuerdos y convenios sobre tránsito, navegabilidad de los ríos y facilitación del comercio, en la reunión anual en la ONU de ministros de Relaciones Exteriores de Países en Desarrollo Sin Litoral.

En el encuentro celebrado en Nueva York, el canciller destacó que Paraguay apunta a convertirse en un territorio clave para la integración física de América Latina y que para eso ha invertido importantes recursos financieros en la conectividad física a nivel nacional y regional, desarrollando la Hidrovía Paraguay-Paraná y proyectando el Corredor Vial Bioceánico que, una vez culminado, unirá el Atlántico con el Pacífico.

El discurso del canciller guarda relación con el conflicto de Paraguay con Argentina sobre la hidrovía Paraguay-Paraná, aunque el ministro no lo haya mencionado directamente. Argentina cobra un peaje fluvial arbitrario a las barcazas paraguayas sobre el río Paraná perjudicando el comercio internacional.

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“A pesar de estos esfuerzos, persisten desafíos, especialmente, en lo que respecta a la libre navegación de los ríos, que reviste una importancia crucial para el comercio internacional. Nuestros países precisan de un acceso sin trabas, eficiente y eficaz al mar y desde el mar, por todos los medios de transporte, sobre la base de la libertad de tránsito”, expresó.

Agregó que esta libertad no debería ser limitada con medidas arbitrarias y discriminatorias, que restrinjan la navegación en los ríos internacionales al margen de las normas aplicables del derecho internacional y de acuerdos regionales vigentes, especialmente, al tratarse del transporte de bienes estratégicos y sensibles que afectan gravemente a los países signatarios de estos acuerdos.

Por último, hizo un llamado a los países de tránsito, los socios para el desarrollo, las organizaciones internacionales, el sector privado y otras partes interesadas a trabajar conjuntamente para lograr un programa de acción aún más ambicioso, que reconozca las particularidades específicas de cada país en desarrollo sin litoral.