La crisis de Marito

El día a día de la transición gubernamental hace cada vez más visible la profunda crisis en que se encuentran los principales entes del Estado. Hace semanas, nuestro medio se hacía eco de los graves hechos que se vienen denunciando. Por un lado, el descalabro financiero del IPS; por otro, las cajas vacías del Ministerio de Educación. La ANDE en quiebra virtual, entre otros. Hoy, se sumó el INDERT.

Según la publicación de La Tribuna, las autoridades del INDERT recibieron una denuncia que deja en evidencia el modo en que funcionarios percibían remuneraciones irregulares en concepto de viático. Así, tenemos una nueva institución sospechada de manejos ilícitos de fondos. En este punto, ya no se puede hablar de casos aislados, sino de una crisis institucional que corroe el núcleo mismo del Estado Paraguayo.

Paraguay enfrenta actualmente una crisis institucional que ha llegado a su punto álgido durante el gobierno anterior. Esta crisis, que abarca varios aspectos de la administración pública, se ve exacerbada por una mala utilización de los recursos financieros del Estado, lo que tiene graves repercusiones en toda la sociedad paraguaya. Uno de los aspectos más alarmantes es la ineficiencia y la corrupción en la gestión de recursos públicos. No es posible, por ejemplo, que un funcionario del IPS haya realizado supuestas cargas de combustible por G. 1.000 millones y ninguna alerta se haya encendido.

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Además, los últimos reportes oficiales de malversación de fondos, nepotismo y favoritismo en la asignación de contratos gubernamentales han avivado el hartazgo de la sociedad, y no es para menos. La irresponsable utilización de los recursos financieros tiene un impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos. El combustible es un ejemplo. Los emblemas han iniciado un descenso en el precio de los carburantes el mes pasado, y el usuario se pregunta qué es lo que ha cambiado en un par de semanas para que haya ocurrido la baja y por qué no lo hicieron las autoridades anteriores.

Otro ejemplo de la gestión financiera, cuanto menos deficiente, si no irregular, es la acumulación excesiva de deuda pública. Entre 2018 y 2023, Paraguay ha aumentado su deuda de manera significativa. Según lo publicó el propio Ministerio de Hacienda a inicios de agosto de 2023, la deuda pública había aumentado en USD 511,9 millones en el primer semestre del año. En total, el incremento de la deuda sería superior al 93%. El servicio de la deuda consumiría una parte cada vez mayor del presupuesto público, lo que a su vez limitaría la capacidad del nuevo gobierno para invertir en programas que beneficien a la población.

Para abordar esta crisis institucional y financiera generalizada, es esencial que el nuevo gobierno recurra a todos los mecanismos técnicos y legales. Técnicos, con el fin de rectificar el rumbo de las entidades y salvaguardar sus recursos. Legales, para no permitir que queden impunes los responsables.