Otra vez el fútbol y el deporte están de duelo a raiz del deceso de Osvaldo Aquino, un virtuoso del más popular deporte, estrella en la época que lució sus mejores galas con la gloriosa casaca de la franja negra, laureándose a nivel internacional con el club Olimpia, al que llegó despues de trascender como promesa en el amanecer de una gloriosa carrera en su ciudad natal de San Lorenzo.
Aquino fue mediocampista de gran clase y efectividad y uno de los pocos privilegiados que en el histórico año 1979 logró ser doble campeón de la Libertadores de América con el Decano y de la copa América con la seleccion paraguaya.
Nació el 22 de enero de 1952 en San Lorenzo y su primer equipo fue el Atlético Triunfo de la Liga Regional Sanlorenzana en 1968. Pero fue en el Rayadito donde encontró mejor vidriera de exposición para que Guaraní lo incorpore después de otra breve pasantía por el General Manuel Cabello de Carapeguá.
La demostración de sus virtudes atrajo el visionario interés de Olimpia al que llegó en 1973 despues de ser goleador con el Rayadito con diez tantos en la Liga Paraguaya de entonces. El club lo enroló y pronto se creó un gran «feeling» con la entidad de Para Uno, desde su tocayo histórico presidente (ODD) hasta su gran hinchada que lo tuvo como ídolo.
GANÓ TODO LO QUE JUGÓ
El doctor Andrés Riquelme, el mayor estadístico del periodismo deportivo paraguayo nos pasa datos significativamente valiosos sobre las conquistas de Osvaldo Aquino que enriquecen y valorizan esta nota necrológica.
Fue campeón ya como juvenil. Integró la Albirroja en la única campaña coronada con un título de Juventud de América (hoy sub 20) en 1967. Y también alcanzó el último galardón a nivel de copa América con la selección absoluta en 1979.
A partir de su quinta temporada como futbolista en un club paraguayo (nunca militó en el exterior) y primera con Olimpia, ganó también todo lo que jugó, estallando para lucir con luz propia y convertirse en histórico con la laureada franja negra. Obtuvo siete titulos locales, amén de ser ganador de la Libertadores (contra Boca), la Intercontinental (frente a Malmoe) y la Interamericana (frente al FAS).
Completó 219 partidos disputados desde 1974 hasta 1984 con el club más laureado del balompié paraguayo, con el que logró 104 triunfos, 61 empates y 44 derrotas. Anotó 31 goles que lo ubican entre los 44 jugadores mas goleadores de la historia de Olimpia, con la plusvalía de tantos en juegos decisivos como el logrado contra Guaraní de Campinas en Brasil, que permitieron al Decano ganar la semifinal de la Libertadores y uno de los dos tantos en la final de ida, el recordado 22 julio de 1979 contra Boca a los 3 minutos de juego.
Despues de diez años de gestión y más conquistas locales con Olimpia, volvió al Rayadito y cerró su carrera en el Cerro Corá de Campo Grande, donde completó 17 años de dilatada y fructífera trayectoria. Su deceso se produjo ayer a los 73 años de edad al no soportar los rigores de una extensa dolencia que lo afectó en los últimos tiempos.
Estadísticas del doctor ANDRES RIQUELME