Hace 52 años, Victor Pecci regresaba victorioso de EEUU

Por Pedro García Garozzo

LA TRIBUNA reproduce hoy en sus renovadas plataformas digitales, el primer gran reportaje a Victor Manuel Pecci, publicado un dia como hoy 3 de enero, pero de 1971. Debajo del titular principal que señala «Pecci tuvo recibimiento a lo campeón» destaca en el encabezado: «Todo el mundo del tenis estuvo en el aeropuerto para tributar su más cálido homenaje al campeón». Fue la pionera entre tantas notas periodísticas escritas, audiovisuales y hoy también en el moderno ámbito digital, que medios del país y del mundo entero publicaron en su momento y lo siguen haciendo, destacando la trayectoria del mayor fenómeno deportivo paraguayo que lució a gran altura en las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado.

Dedicamos una pagina entera al emergente ídolo con cinco notas gráficas, declaraciones, anécdotas y vivencias de quien desde entonces ya se había ganado el mote de «campeonísimo».

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También en un apartado especial se reseña el balance estadístico de sus victorias, que habían sido contadas dia tras dia por LA TRIBUNA. Nuestro diario, entonces con su influyente y masivamente consumida versión impresa, supo visualizar el alcance que llegaría a tener el gran salto que dio el entonces joven y prometedor tenista compatriota.

Y con determinante decisión acunó y apadrinó periodísticamente su advenimiento, siendo el único medio de la época que le dio el lugar que se merecía, cuando fue a jugar el Orange Bowl a Miami y hasta los más entendidos pensaban que era una loca aventura.

En señal de gratitud tuvo el magnifico gesto junto a su padre, a solo horas de su arribo a nuestro país, de visitar la sede del diario, ubicado entonces en General Díaz y 15 de Agosto para compartir su alegría y gratos momentos con los comunicadores de la redacción. Y con ese carisma que ya atesoraba su aun muy joven personalidad, bajó hasta el taller donde los operarios pararon por un instante las linotipos para tributar su admiración y afecto al deportista.

LA TRIBUNA y el padre del atleta, el doctor Jorge Pecci, sabían que no era una mera ilusión inalcanzable, lo que pretendía atesorar aquel valiente quinceañero.

Captaron como nadie, que era el tiempo del nacimiento de un ídolo, que luego sería, el MAYOR DEPORTISTA PARAGUAYO CON PROYECCION MUNDIAL de toda la historia y el “revolucionario” transformador de un deporte elitistico en popular (todos hasta quien subscribe esta nota, queríamos jugar tenis después del suceso del Orange Bowl de 1970 antes de lo cual todo lo que de tenis conocíamos era a un paciente señor Enrique Marès que visitaba la redacción de LA TRIBUNA con informes de los pocos partidos locales del deporte de la raqueta, para ser publicados, que la mayor de las veces quedaban  en el canasto de “pendientes” por falta de espacio.

Cuando se organizó un match de exhibición en el Deportivo Sajonia, que propiciò el dinámico  doctor Carmelo Alvarez, abuelo del hoy numero 1 nacional  Dani Vallejo Alvarez (un partido entre el top español de aquel tiempo, Manolo Santana y Victor Pecci) tuvimos que hacer un curso rápido de aprendizaje de lo básico de este deporte para elaborar la crónica de lo ocurrido.

LA TRIBUNA cuenta en otro sector del amplio articulo publicado 52 años atras, «las tres emociones cumbre de un Padre». En esa parte de la nota, refiere que la celebración no terminó en el aeropuerto. Continuó en la casa del joven deportista donde otro nutrido grupo de parientes, amigos y deportistas fue a esperarlo. Entre sidras y bocaditos, en su doble caracter de padre de Victor y presidente de la Asociación Paraguaya de Tenis, el doctor Jorge Pecci reconoció que «esta es la emoción más grande de mi vida junto a la que experimenté al recibirme de médico y al ser nombrado profesor titular de la Facultad de Ciencias Médicas».

Con sensibilidad profética, siguió diciendo: «Este es solo el principio de su carrera. Yo no voy a cortarle su vocación por el tenis, si esa es su aspiración y su destino». Finalmente haciendo alusión al gran poeta Gustavo Adolfo Becker enfatizó: «Yo estoy en la duda. Tengo la esperanza. Y algo divino me dice que va a triunfar». Así fue y no hizo falta la prometida beca de una universidad de San Luis para que fuera a defenderla en las competencias estudiantiles al terminar el bachillerato. Orange Bowl propició la apertura anticipada de sus alas para iniciar un vuelo que ya no tuvo detención hasta llegar a las mas altas cumbres del tenis mundial.

De Pecci se puede escribir no un articulo, sino un libro y hasta una enciclopedia. Basta citar que fue con toda justicia declarado el DEPORTISTA DEL BICENTENARIO del Paraguay. Fue el hombre que reinsertó a nuestro pais en una copa Davis despues de 51 años  de ausencia, y lo ubicó top mundial durante 7 años consecutivos (entre 1983 y 1989). Capitaneó ese team ya retirado y propició la formación y participación mundial inédita de un grupo de chicas, una de las cuales incluso ganó  bajo su sabia batuta Roland Garros y fue No 1 mundial junior (Rossana de los Rios) y otra es hoy gerente del Comite Olimpico (Larissa Schaerer).

Como atleta, como formador, como ministro de deportes (probablemente el mejor de todos) y como persona, Pecci, como lo dijo el gran Daniel Lugo Llamosas, “es el tenis en Paraguay”. Ovalema. Paíma heí.

LA TRIBUNA fue testigo y difusor de su nacimiento como el mejor tenista de la historia y su ciclópeo salto en los Estados Unidos, que reflejò en sus páginas dia a dia así como de su regreso triunfal con el gran logro del Orange Bowl, como se registra en la cobertura de hace 51 años que hoy reeditamos.