Un tema que comienza a ser preocupación entre expertos del Brasil, es la posibilidad de que el Pantanal del lado brasileño tenga que pasar este 2024, por la peor temporada de sequía de su historia, esto debido a que las esperadas lluvias de marzo no llegaron para cubrir los niveles normales. Ni los ríos, ni nacientes de agua no serán suficientes para la falta hídrica. Varios factores negativos se formarían debido al fenómeno.
Esta preocupación se dio eco en la publicación del periódico Folha de Sao Paulo, que en su primera línea ya advierte que el rio Miranda, en la ciudad de Bonito Mato Grosso, ya tiene tramos secos. Esto alertó a los ambientalistas que fueron a conocer la situación actual y sus resultados fueron alarmantes para un futuro a corto plazo.
Las lluvias esperadas para marzo no llegaron y se espera que el Pantanal atraviese la peor sequía de la historia, mencionan los colegas brasileños quienes consultaron a expertos ambientalistas. Con los niveles de los ríos bajos durante un período que debería estar en plena inundación, la llanura todavía enfrentará una escasez regular de agua de mayo a septiembre, lo que aumenta el riesgo de incendios forestales en esta área rodeada de agua.
El Pantanal recibe agua de lluvia de las regiones altiplánicas de la cuenca del Alto Paraguay. En el calendario natural, el ciclo comienza en octubre, con picos en diciembre y enero, extendiéndose a más tardar hasta marzo. Durante las inundaciones, el agua desborda los canales de los ríos y conectan lagos y forma grandes áreas inundadas continuas.
Otro medio que replica esta preocupación es el Diario de Cuiabá, quien menciona que esta grave situación, puede verifficarse la regla Ladário, instalada en la parte alta de la cuenca del río Paraguay y es monitoreada por el VI Distrito Naval de la Armada del vecino país. En ella figura que este año, el nivel del río Paraguay, responsable de las inundaciones del bioma, inició el tercer mes del año con 0,83 centímetros y ahora finaliza marzo con apenas 0,92 centímetros.
Eduardo Reis Rosa, investigador y miembro de la plataforma científica MapBiomas, con el fin de El Niño, previsto para los próximos meses, y con la llegada del fenómeno meteorológico La Niña, que probablemente se producirá en la segunda mitad del año.
Aunque el impacto ya a esta altura es incierto, esperan que la transición a La Niña, traiga un cierto alivio con las lluvias que normalmente afectan en esta zona durante el fenómeno climático pero aún puede pasar de todo, teniendo en cuenta los incendios. El peor de su historia, ocurrió en 2020 cuando 3.9 millones de hectáreas ardieron en llamas a causa de las sequías.
Los problemas en esta parte del Brasil, podrían repercutir gravemente en nuestro país, con eventos de peligrosa bajante a lo largo del trecho del rio Paraguay y parte del río Paraná.
