Muchos extrañaron a los taxistas en Navidad

La dependencia a los transportes alternativos por aplicación, tiene un doble filo en estas fiestas de fin de año. Los tradicionales taxistas, lejos de reivindicar su trabajo como lo hacían en tiempos cuando las empresas de aplicación llegaban a Paraguay, actualmente sucumbieron ante la fuerza de estas que prácticamente dominan el mercado en las principales ciudades del país y su ausencia fue notable en momentos que las digitales comenzaron a abusar con los precios, aduciendo “mayor demanda”.

La explicación que dan los conductores de plataformas es que existe una inteligencia artificial que regula los precios, dependiendo de la demanda del momento y esta se encarga de poner los precios a los viajes. Varios usuarios salen al mismo tiempo, lo que hace que falten choferes que cubran las necesidades de los pasajeros. Esto encarece el servicio a la hora de tener uno a disposición cuando se solicita y hace que desde más lejos los vengan a buscar.

Debido a la popularidad de los sistemas, tanto nacionales como internacionales, las populares “Paradas de taxis” ahora ya tienen poca o nula actividad, puesto que los mismos taxistas se pasan a hacer una cuenta de chofer de plataforma, dejando de lado una actividad, que, aunque bien remunerada, no les permite tener tantos viajes como les dan los sistemas solicitados por dispositivos móviles.

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Anoche, este fenómeno fue notable, si bien en otros años era cómodo llegar hasta una parada de taxis y tomar un vehículo de alquiler para ir a un festejo navideño, hoy 25 de diciembre, muchos encontraron paradas abandonadas por horas, siendo que sus conductores sucumbieron a las nuevas tendencias y detrás de esto a los abusos de la inteligencia artificial, algo que faltaría se regule a favor de los usuarios en nuestro país.

Este efecto, que fue la principal queja de muchos que necesitaron del servicio desde la misma tarde del domingo 24 hasta bien entrada la mañana del lunes 25, podría repetirse desde la tarde el domingo 31 de diciembre hasta la mañana del lunes 1 de enero, debido a la ausencia del “enjambre amarillo”.