No se reportaron heridos, luego del sismo que sacudió a Mendoza y otras provincias vecinas de Argentina. Todavía hay secuelas de los que el fenómeno de 4,8°, en la escala de Richter, produjo en Mendoza, San Juan y Córdoba, especialmente en zonas de llanuras.
Según las autoridades argentinas, el sismo fue de mediana gravedad. Si bien, se observaron rupturas de las calles, no se reportaron heridos. El hecho ocurrió por la tarde del sábado, 23 de agosto, aproximadamente a las 17:45.
Las autoridades informaron que la situación sigue bajo monitoreo permanente por parte de los servicios de emergencia provinciales.
El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), informó que el epicentro estuvo localizado en el departamento de General Juan Facundo Quiroga, 122 kilómetros al suroeste de la capital riojana, y ocurrió a apenas 10 kilómetros de profundidad. Esta característica hizo que el sismo se sintiera con fuerza en zonas del llano.
A pesar de la magnitud, hasta el momento no se registraron daños materiales ni víctimas en las provincias afectadas. Según el diario El Tiempo de San Juan, una de las ciudades que sintieron de cerca el sismo fue San Agustín, ubicada a 33 kilómetros del epicentro.
El director del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), Rodolfo García, señaló que el trabajo de monitorio sigue en forma permanente y señaló que la institución trabaja en el desarrollo de un nuevo mapa de peligrosidad.
No se reportaron heridos: Amplían red de monitoreo
García dijo, a través de Infobae, que se trabaja en la ampliación de la red de estaciones de monitoreo en Santiago del Estero, Córdoba, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Salta, provincia de Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires.
Aunque el nivel de amenaza en estas jurisdicciones resulta más bajo que en zonas tradicionales como San Juan o Mendoza, el especialista advirtió: “Esas siete jurisdicciones podrían enfrentar sismos con potencial de producir daño en obras de infraestructura”. Dejó esta advertencia, aunque dijo que por ahora, no hay heridos ni daños graves que lamentar.