El futbol chico está de duelo. Nos dejó ayer Adolfo Ruiz Diaz, una de las más grandes figuras de la historia, primero del futbol de salón y luego del futsal FIFA.
Forjado en la primera y original modalidad, integró un formidable equipo campeonisimo paraguayo y continental, el glorioso San Alfonso y las selecciones nacionales, al lado de su hermano Mario (foto).
Pronto sus merecemientos atrajeron el interés del creciente futbol sala español y pasó a militar también con suceso en la madre patria, tanto como atleta primero como entrenador despues.
De vuelta al pais llegó a dirigir varios importantes elencos de futsal FIFA y la propia selección nacional.
Ultimamente estuvo alejado de la actividad debido a una dolencia crónica contra la que luchó con la misma férrea voluntad y fuerza que mostró en su vida atlética, hasta que terminó la desigual batalla con su irreparable deceso.
A sus familiares y seres queridos nuestras condolencias y votos de cristiana resignación.
Es una gran pérdida para el deporte paraguayo. A sus muchos amigos y a sus ex compañeros, les queda la satisfacción de haberle tributado una gran muestra de afecto y homenaje hace un par de años, estando en vida.