La ciudadanía que habla de alternancia comienza a observar con mayor atención lo que pasa en la oposición, especialmente en la llamada Concertación Nacional. Este sector se integró de manera plural y con varios proyectos diferentes, con el objeto de concluir en un gran pacto sobre un sólo candidato. Intentó ser una copia de la Alianza Patriótica para el Cambio, que apostó en mayoría por Fernando Lugo, sin embargo, la Concertación no logró la unidad y hoy en día cada presidenciable juega su propio partido.
Antes de la integración de la Concertación Nacional ya había un seguro postulante. Efraín Alegre. Su inminente nueva candidatura luego de dos fracasos seguidos disparó la aparición de varios otros que buscaron con su postulación sacarlo de carrera. Recordemos que la campaña electoral 2023 comenzó con la diputada, Kattya González, como precandidata a presidenta por el Partido Encuentro Nacional. En la misma línea estaba Soledad Núñez, declarada en ese momento precandidata independiente.
También estuvo Esperanza Martínez, que intentó tener la chapa por Frente Guasu. Otro que monitoreo el ambiente ahí fue Payo Cubas. Hugo Portillo llegó por el Partido Demócrata Cristiano, pero le sacaron su chapa por sus primeras críticas a Alegre. José Luis Chilavert nunca se metió en la Concertación y sí se mantiene como precandidato por el Partido de la Juventud.
Tras las primeras escaramuzas, la Concertación va hoy camino a unas internas, donde más que diferencias programáticas, aunque no lo digan claramente, hay discrepancias con Efraín Alegre. De otra forma no se puede explicar que solo el PLRA tenga tres precandidatos. Pues además de Alegre están Martín Burt y Hugo Fleitas. Recordemos que también está Sebastián Villarejo, precandidato por el Partido Patria Querida.
La misma división de Frente Guasu no fue por una cuestión ideológica, sino una divergencia con Alegre y su compañera, Soledad Núñez. Euclides Acevedo va fuera de la Concertación y llevó consigo al senador de Frente Guasu, Jorge Querey, como dupla. Casi todos los precandidatos recitan lo mismo, que es eso de la necesidad de un cambio de gobierno y que tienen como eje primordial las necesidades de todos los paraguayos y paraguayas.
El tema es que para hacer esos cambios que proclaman en cada reunión alguien de la oposición debe ganar a los colorados. Y es acá, ahora con mayor atención, que empieza la reflexión: ¿Quién es el que tiene verdaderas chances de derrotar al Partido Colorado?. Con Alegre, la oposición tuvo dos fracasos, ante la misma ANR. Tal vez, por eso su posicionamiento inicial como el que más tenía chance entró en una caída, según describen los propios pre candidatos citados más arriba (Lean los archivos de la prensa).
De hecho, cerca de un mes de las elecciones, hay un nuevo escenario. Eso lo decimos por lo que percibimos en los escritos publicados en las áreas políticas de los medios de comunicación. Eso igualmente se revela en la pregunta que comenzaron hacer los propios liberales, internamente, y todos electores no colorados, en general, quién es el que puede asegurar el triunfo y, sobre todo, quién garantiza la gobernabilidad de la República.
