En tres meses EE.UU. envió al Paraguay cuatro delegaciones de funcionarios

Para mañana 26 y hasta el viernes 28 está prevista la presencia en Paraguay Richard Nephew, coordinador de la Oficina Anticorrupción Global, del departamento de Estado de los Estados Unidos. 

En principio se anunció desde la embajada de EE.UU. En Asunción que el alto funcionario se reunirá con los ministerios de Relaciones

Exteriores e Interior, la Secretaria Nacional Anticorrupción, actores judiciales, entre otros; representantes del sector privado y de organizaciones de la sociedad civil. 

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El objetivo es según la información de prensa, difundida por la embajada demonstrar el compromiso de los estados Unidos “en cooperar con Paraguay para combatir la corrupción”.   

La administración Biden-Harris ha puesto especial interés en el tema de la corrupción a nivel global y lo ha puesto como unos de los pilares de su programa de seguridad nacional, fundamentado en que “a nivel mundial, la corrupción socava el crecimiento económico, obstaculiza el desarrollo, desestabiliza a los gobiernos, socava la democracia y brinda oportunidades para grupos peligrosos como delincuentes, traficantes y terroristas” 

Según la declaró el mismo Nephew el gobierno de Joe Biden ha dejado en claro que combatir la corrupción es un interés central de seguridad nacional y una prioridad de la política exterior de los Estados Unidos.  

Especial interés en el caso Paraguayo

Es evidente que Estados Unidos mira con especial interés el caso de Paraguay. Desde que asumió Biden varias delegaciones de funcionarios norteamericanos visitaron nuestro país, interesados principalmente en lavado de dinero, terrorismo, rendición de cuentas y corrupción. 

El pasado 22 de julio, comenzó el primer terremoto político en el país, cuando la administración Biden designó como “significativamente corrupto”, al expresidente Horacio Cartes y le cancelaron la visa a los miembros de su familia. 

Solo unos días después, el 25 de julio llegaron representantes del FBI y de la DEA para reunirse con la fiscal general del Estado Sandra Quiñónez, la fiscal adjunta, Soledad Machuca y fiscales de Delitos Económicos, Anticorrupción, Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo. 

En los primeros días de agosto llegaba también al Paraguay la misión diplomática está liderada por Stephanie Mur­phy, representante (dipu­tada) del Comité de Servi­cios Armados de la Cámara de Representantes de Esta­dos Unidos. La congre­sista estuvo acompañada por la representante Kathleen Rice, demócrata del estado de Nueva York, quien es parte del Comité de Segu­ridad Doméstica; por Mark Green, republicano del estado de Tennessee, miem­bro del Comité de Servicios Armados, y por el represen­tante Kurt Schrader, demó­crata del estado de Oregon, que integra el Comité de Energía y Comercio. 

Al mes siguiente, el 12 de agosto, un nuevo anuncio de la embajada, sacudía nuevamente el panorama político con la designación de Hugo Velázquez, vicepresidente de la república y del asesor jurídico de Yacyretá, Juan Carlos Duarte como significativamente corruptos. 

El 23 de agosto llegó al Paraguay el subsecretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Brasil y el Cono Sur y para Asuntos de la Región Andina, Mark Wells, quien aprovechó su visita para hablar del apoyo de Estados Unidos al Paraguay en el combate a la corrupción y a la impunidad. 

Con la llegada de Nephew se concreta el arribo de la cuarta delegación de funcionarios norteamericanos en un lapso de tres meses. 

Las agendas de estas comitivas, como se podrá ver, tienen una coincidencia en el interés de Estados Unidos, sobre corrupción, impunidad, lavado de dinero y terrorismo. Por supuesto el sustento de todas estas actividades ilícitas es la corrupción endémica en todas las instituciones de la república y de las que también Estados Unidos, durante varias administraciones fue cómplice haciendo la vista gorda a los actos de corrupción de autoridades paraguayas. 

Lo que desde La Tribuna se pudo confirmar que Nephew se reunirá con el contralor general de la República, Camilo Benítez Aldana y con los miembros de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, integrada por: el ministro Manuel Dejesús Ramírez Candia, la ministra María Carolina Llanes Ocampos y el ministro Luis María Benítez Riera. En tanto en el área del Poder Ejecutivo está prevista una reunión con la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELAD) y con el ministro de relaciones exteriores. 

El punto preocupante para los Estados Unidos es evidentemente el lavado de dinero. Por muchos años, Ciudad del Este y la Triple Frontera fue el paraíso para el lavado con cientos de firmas fantasmas, que remesaron miles de millones de dólares a organizaciones terroristas internacionales y que en Paraguay nunca fueron investigados. 

En julio pasado fue extraditado a Estados Unidos el brasileño-libanés Kassem Mohamed Hijazi, procesado en Estados Unidos por lavado de dinero. El caso Hijazi es uno de los más emblemático, si no fuera por la intervención de Estados Unidos, tranquilamente podría haber seguido operando, porque en Paraguay no tenía ningún proceso ni mucho menos investigación. Otras personas sindicadas dentro de su mismo proceso siguen campantes en el país, apareciendo en las páginas de sociales de los diarios.  

El fantasma del caso Nicolás Leoz

El enviado de la administración Biden en esta oportunnidad tiene prevista una reunión con los miembros de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Esta sala tiene precisamente como una de sus principales funciones la atención a los casos de corrupción, entre las que figura la revisión de las resoluciones dictadas por las salas del Tribunal de Cuentas; dependencia utilizada por la mayoría de los responsables de instituciones públicas para eludir el control de la Contraloría General.  

Otro detalle no menor de las funciones de esta sala de la Corte es la atención de las cuestiones referidas a las solicitudes de extradiciones. 

En ese sentido, un caso que molestó a los Estado Unidos fue el referido al dirigente deportivo Nicolás Leoz, quien logró eludir su extradición al país del norte mediante chicanas en la justicia paraguaya, hasta que finalmente falleció en el 2019, sin responder ante la justicia norteamericana. 

Leoz estuvo involucrado en el sonado caso de Fifagate. Evitó su extradición gracias a su buen relacionamiento con las autoridades del momento, quienes habrían ejercido presión para dilatar al máximo el proceso contra ex zar del fútbol. 

Para evitar este tipo de contratiempos, en el 2019, a la ex diputada Cynthia Tarragó, la llevaron hasta Estados Unidos, en un viaje preparado por agentes encubiertos del FBI, para concretar supuestamente una operación de blanqueo de activos, circunstancia que había sido aprovechada para su detención. 

Es probable que la presencia de Nephew sea un mensaje para allanar el camino para futuros requerimientos de la justicia norteamericana, sobre ciudadanos paraguayos.