Esta vez, no se trata de un malviviente, sin embargo grande fue el susto que se llevó una familia este sábado en el barrio Mariscal Estigarribia de Pedro Juan Caballero, cuando sobre el alero de la vereda, cayó un paracaidista que perdió el rumbo a causa de los vientos que no le permitieron aterrizar en el punto asignado a varias cuadras del sitio de impacto.
Si bien el hombre que cayó del cielo, no sufrió fuertes lesiones, el alero de material quedó destruido por el ingreso del paracaidista, causando un boquete en su impacto. La campana de tela que soportó la resistencia a la caída, quedó esparcida por los alrededores de la zona de la casa, algo que en un principio asustó a los residentes por desconocer de que se trataba el hecho.
El hombre que no pudo ser identificado, logró despojarse del equipo que lo protegió de la caída, y rápidamente se puso a juntar sus elementos, sin dejar de disculparse con los dueños de casa por el bochornoso momento que les hizo hacer pasar.
Viento causó desvío de rumbo
Este tipo de situaciones, siempre es preocupación de quienes practican este tipo de actividad. Generalmente, antes de cada lanzamiento, se consulta desde el avión sobre las condiciones actuales del viento, a fin de que puedan llegar al punto de aterrizaje, lidiando con las condiciones meteorológicas actuales. No obstante, una ráfaga inesperada en altura, logró desviar el rumbo de tres paracaidistas que pretendían aterrizar en el Club Independiente, ubicado a 700 metros del sitio del incidente.
Los protagonistas son miembros de la Asociación de Paracaidistas del Amambay (Asparamilpy), quienes proyectaban realizar una jornada normal con la rutinaria caída segura en el club deportivo ubicado en las cercanías del centro de la capital del departamento de Amambay.
Según la policía de Amambay, se reportaron otros hechos similares en la mañana del sábado con otros paracaidistas que perdieron el rumbo.
Antecedentes de accidentes
En diciembre de 2005, un paracaidista no pudo activar ambos paracaídas en una competencia que se realizaba en ese momento en Luque, cuando en el parque Ñu Guasú, cayó sin la ayuda de elemento de seguridad, al quedar enredado en los hilos de su sistema de seguridad. El hombre que contaba en ese momento con 35 años, falleció a causa de los golpes.
En el año 2009, un hecho similar ocurrió en el predio de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), en las inmediaciones del primer punto citado. En la ocasión perdió la vida un Teniente de la FAP que saltó sin que ambos dispositivos puedan responder a tiempo a la caída libre. Pese a que pudo ser rescatado y llevado en helicóptero, falleció recibiendo asistencia al no soportar sus lesiones.
Otros hechos relativos a paracaidistas que no llegaron a sus puntos de aterrizaje en Ñu Guasu, son siempre relatados por vecinos de la Villa Policial y barrio Molino de Luque, donde es común que aterricen militares y civiles que tuvieron problemas con el viento en sus respectivos descensos.
