INDI sigue evadiendo mientras llegan más indígenas a su vereda

Desde hace semanas que un grupo de nativos del departamento de Caaguazú está realizando medidas de presión sobre el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI). Los reclamos son desde los básicos hasta aquellos que requieren mayor infraestructura. A ello se suma ahora un nuevo grupo que llega desde Canindeyú, solicitando también ser oídos por las autoridades.

La sede de la institución gubernamental de asuntos indigenistas sobre la avenida Artigas se volvió desde hace varios meses en el centro de reclamos de nativos que llegan desde varias partes del país para que atiendan sus respectivas necesidades. Hoy lunes, una nueva comunidad se instaló en la vereda para realizar diferentes reclamos a la par de otros grupos que están queriendo ser escuchados a su vez.

Más reclamos

El denominador común son las necesidades de todo tipo que sufren estas personas en sus respectivas comunidades. El último grupo proviene del distrito de Ypejhú en el departamento de Canindeyú. Relatan que en su primera movilización a la capital se encuentran reclamando aquellas promesas nunca hechas por el INDI y que debido a una insostenible situación en su asentamiento de origen, se mantendrán firmes hasta tanto consigan sus reclamos.

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Los miembros de la comunidad Y Myri, en la voz de su cacique Vidal Alegre, pasa por diferentes necesidades y siempre reciben mentiras de parte del INDI las veces que se reunen con él mismo en nuestra capital. Según Alegre, estos reclaman servicios tan básicos como el acceso a agua potable y luz eléctrica para ellos hasta la titulación de sus tierras.

En esta comunidad se subsiste de lo que da la tierra, plantando mandioca, maíz y poroto, pero a su vez necesitan una constante atención con productos no perecederos para equilibrar la dieta de los miembros de la comunidad proveniente del norte del departamento de Canindeyú.

En reuniones que entablaron en varias ocasiones, las autoridades prometieron atender sus reclamos pero nunca encontraron respuestas desde el INDI. Por esta razón ahora decidieron venir con lo puesto hasta Asunción y abandonarán la avenida Artigas sólo con resultados tangibles.

En medio de las necesidades propias de sus comunidades, en Asunción también se encuentran en una situación lamentable. Ellos están destinados a su suerte en las veredas con las mínimas atenciones sanitarias, alimentarias y de comodidad.

Cada vez van llegando más indígenas a la capital movidos por un mismo tema, mientras que el Instituto Paraguayo del Indígena siga dilatando los procesos e incumpliendo con sus tareas, la situación se volverá más insostenible para estos pueblos originarios.