ENCARNACIÓN. El arroyo Potïy, uno de los cursos de agua que bordea el casco céntrico de la ciudad, agoniza debido a la contaminación. Basuras de todo tipo, incluidos líquidos cloacales, ensucian sus aguas. Una comitiva de concejales municipales constató que al menos una estación de bombeo a cargo de la EBY no estaba funcionando.
Durante un recorrido “pudimos observar que al menos una bomba no estaba funcionando”, señaló la concejal Memmel, quien adelantó que para el miércoles de la semana entrante se presentarán “varias minutas al respecto”.

Les estamos dando la oportunidad para que hagan el recorrido también en zona Cambyreta, puntualizo la representante comunal, en referencia a los responsables del mantenimiento de dichas estaciones de bombeo.
El mantenimiento de la calidad de agua, evitar su contaminación, es considerado de vital importancia para la salud pública, en una ciudad que vive literalmente rodeada de agua, indicó la concejal.
Aguas negras
El sistema de tratamiento sanitario de la ciudad está conformado por 63 estaciones de bombeo y una planta de tratamiento de efluentes, ubicado en el barrio Quiteria. Según los datos, 62 de estas estaciones están bajo responsabilidad de mantenimiento de la entidad binacional Yacyreta (EBY), y una a cargo de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP).
La semana pasada los ediles Zulma Memmel, Marino Fernández, Juan Lichi, Natalia Enciso, y Keiji Ishibashi, realizaron un recorrido por el sector y pudieron observar el deficiente funcionamiento de una estación de bombeo ubicado a orillas del arroyo Potïy.
Llamativamente, esta estación de bombeo, cuyo estado de abandono es evidente, está a menos de 100 metros de las oficinas administrativas de la EBY, donde opera la oficina de Medio Ambiente de la entidad. El responsable de medio ambiente de la EBY a nivel local es José Alvarenga Bonzi.
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El curso de agua, que forma parte del sub embalse de los arroyos Kuri’y, y Mboi ca’ë, es utilizado como vertedero de basuras. Bolsas de plástico, neumáticos, cajas de madera o cartón, forman parte del paisaje del arroyo y el bosque que lo rodea. La cuenca del Potïy fue declarada como reserva natural urbana.
Los microbasurales están a la vista, y ponen en evidencia la desidia de las autoridades municipales y de las entidades responsables del cuidado y mantenimiento de la calidad del agua y el ambiente en general.
El Potïy, al igual que otros arroyos de la zona, como el Mboi ca’ë, Kuri-y, Porá, Quiteria, por citar a los más importantes, forman parte de lo que técnicamente denominan sub embalse de la represa de Yacyreta.
Todos descargan en el gran embalse formado sobre el río Paraná, en cuyas aguas se encuentra la represa de Yacyreta, unos 80 kilómetros aguas abajo.
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Todos estos cursos de agua fueron afectados en su nivel de escurrimiento y capacidad de autodepuración. Son aguas casi quietas convertidas en receptáculo de efluentes de todo tipo producidos por la población urbana de su entorno.
Vertedero
Uno de los puntos críticos para la preservación del arroyo Potï-y es el sector del nuevo circuito comercial de la ciudad. En este lugar, ubicado a metros de las oficinas administrativas de a EBY, se construyó un muro protector y una valla de alambre tejido, con el propósito de impedir que se siga empleando el sitio como un vertedero de basura.
La iniciativa, sin embargo, no constituye ningún impedimento para que todos los días sean arrojados en el lugar basura de todo tipo, mayormente restos de plásticos. Tampoco impide que se formen microbasurales, y que los residuos terminen en el curso de agua.
Pese a iniciativas de vecinos organizados, que de tanto en tanto realizan un retiro de basuras del lugar, el problema persiste, mientras abundan las declaraciones de que es un problema que requiere un abordaje amplio y de fondo.