Las negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos avanzan hacia un posible acuerdo marco que podría cerrarse este fin de semana. Altos representantes de ambas partes intensificaron los contactos en los últimos días, en un intento por frenar una escalada arancelaria que amenaza con profundizar la tensión comercial entre los dos mayores bloques económicos del mundo.
Regulación del comercio bilateral en el ecosistema industrial
El encuentro clave está previsto para este domingo en Escocia, donde Donald Trump, en plena campaña por su reelección, recibirá a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El lugar elegido, el complejo de golf Turnberry, propiedad del mandatario.
El marco que se negocia busca establecer un sistema común de aranceles y cuotas que regule el comercio bilateral, en especial en sectores sensibles como la industria automotriz, farmacéutica, acero, aluminio y tecnología. Si bien todavía no hay un consenso definitivo, se barajan cifras tentativas que reducirían significativamente los gravámenes previstos, evitando así una guerra comercial abierta.
En caso de que no se llegue a un acuerdo, Estados Unidos aplicará desde el 1 de agosto nuevos aranceles del 30 % sobre productos europeos. Bruselas, por su parte, ya definió represalias por más de 90.000 millones de euros, que entrarían en vigor una semana después.
División de socios europeos
Mientras Alemania y Países Bajos impulsan una salida negociada que proteja a sus industrias exportadoras, Francia y otros miembros del bloque presionan por una postura más firme, al considerar que las condiciones impuestas desde Washington limitan la soberanía comercial europea.
En los mercados financieros, el posible acuerdo es recibido con cierta cautela ya que las acciones de sectores expuestos al comercio transatlántico -como automóviles y bienes de lujo- muestran leves repuntes, ante las señales de distensión.
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