El Congreso Nacional quiere un Instituto Superior de Música para la formación de profesionales en el área. En ese sentido, tanto los diputados y los senadores estudian un proyecto de ley que eleva la categoría del actual Conservatorio de Música. El documento fue debatido en la Cámara Baja, donde se hicieron algunas modificaciones, y el Senado, que fue la cámara de origen, deberá dar su aprobación próximamente a los cambios introducidos en el documento.
El proyecto prevé que la enseñanza se realice desde el nivel inicial pre-académico hasta el nivel profesional de postgrado; y desde su expresión cultural artística, popular y clásica, hasta el saber científico, a través de la investigación y el estudio sistematizado del conocimiento, informó la Cámara de Diputados.
El diputado Diosnel Aguilera (PLRA-Ñeembucú), expresó su apoyo a la normativa e indicó que su aprobación permitirá que los jóvenes continúen con su formación profesional a alto nivel.
“La elevación de categoría, de Conservatorio a Instituto Superior de Música, nos permitirá mejorar el nivel académico y científico de los profesionales de nuestro país, dándoles la posibilidad de seguir formándose en niveles de postgrado”, explicó el diputado.
La iniciativa se fundamenta en la necesidad de fomentar, difundir, proteger y transmitir la educación musical a través de la enseñanza-aprendizaje de las ciencias y artes musicales, en todos sus niveles y en todas sus manifestaciones.
En cuanto a las modificaciones establecidas, radican en los recursos para el financiamiento de la eventual ley. Los diputados introdujeron las modificaciones en este punto. Dichos recursos, con las modificaciones incluidas, se obtendrían de la siguiente manera: asignaciones previstas anualmente en el Presupuesto General de la Nación; fondos provenientes de aportes, donaciones o cualquier otro concepto de origen interno o externo; fondos provenientes de convenios y/o acuerdos con instituciones nacionales y/o internacionales, públicas o privadas, que celebre la institución; impuestos, tasas, contribuciones y otros, que pudieran crearse a favor de la Educación Superior; ingresos propios; y recursos propios (FF 30).
El estudio del proyecto empezó en el Senado, luego fue remitido a la Cámara de Diputados y ahora, nuevamente, fue derivado al Senado para que se expida sobre las últimas modificaciones referidas a los recursos de financiamiento.
