El IPS, una bomba de tiempo

Lamentablemente, es así. El IPS se ha convertido en una bomba de tiempo que el nuevo gobierno deberá desactivar. Esto no es una ocurrencia de los asegurados ni de los jubilados, sino el reflejo claro y categórico de los propios informes remitidos por representantes del IPS al Congreso, según los cuales entre 2018 y 2022, básicamente, la institución ha trabajado a pérdida. Recordemos que hablamos de una de las instituciones con mayor caudal de recaudación en toda la República del Paraguay.

El Instituto de Previsión Social, encargado de brindar servicios de seguridad social y atención médica a los trabajadores y jubilados, carga con cuantiosas deudas, principalmente con proveedores de medicamentos. Así, ante la deficiente administración anterior, el nuevo gobierno enfrenta una serie de desafíos, ya que se encuentra en riesgo la sostenibilidad y la calidad de los servicios que se ofrecen a los asegurados.

Estos problemas han generado preocupación en la sociedad y la necesidad de abordarlos de manera urgente para garantizar el bienestar de los ciudadanos, el futuro del sistema de seguridad social y la tranquilidad de los jubilados.

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El problema más notorio es la insuficiencia financiera del IPS. A lo largo de los últimos cinco años, el déficit en el sistema de pensiones ha aumentado debido a una combinación de factores, entre los cuales resaltan una deficiente administración y la falta de inversión eficiente de los fondos. Esta situación pone en riesgo la capacidad del IPS para cumplir con sus compromisos de jubilación y prestaciones médicas a largo plazo, lo cual es gravísimo.

Para abordar esta problemática, es necesario implementar medidas que aumenten los ingresos del sistema, mejoren la administración de los fondos y fomenten la inversión responsable.

Para comprender mejor el estado de dejadez administrativa, podemos citar datos estimativos. Se cree que las empresas obligadas a realizar pagos previsionales logran evadir sus responsabilidades en al menos un 60%. Se estima que menos del 40% de los trabajadores que deben cotizar han sido inscritos como asegurados. Es decir, siendo generosos, el 40%, tanto de empresas como de empleados, mantienen al otro 60%.

Desde hace años, la gestión administrativa del IPS ha sido objeto de críticas en relación con la transparencia y la eficiencia. Denuncias de corrupción y falta de rendición de cuentas han erosionado la confianza de la ciudadanía en la institución.

Para abordar esta cuestión, es esencial para el nuevo Consejo de Administración fortalecer los mecanismos de control interno y externo, promover la transparencia en la gestión de los fondos y sancionar de manera efectiva cualquier acto de corrupción.

Los múltiples problemas heredados de la administración anterior son evidentes y requieren acción inmediata por parte del nuevo gobierno. La viabilidad financiera, la calidad de los servicios médicos y la gestión transparente son aspectos que deben abordarse de manera integral.

Una reforma profunda y una visión a largo plazo son esenciales para garantizar que el IPS cumpla con su misión de proporcionar seguridad social y atención médica de calidad a los ciudadanos paraguayos. Un país trabajador espera que la nueva administración sea capaz de desactivar la bomba antes de que sea tarde.