Sólo es cuestión de tiempo el cambio de cúpula en BCP




La remoción de José Cantero Sienra del Banco Central del Paraguay será en breve. Lo más sano para él sería la renuncia, pero eso parece inviable porque su grupo le tiene atornillado en la presidencia del BCP. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, su situación pasa de oscuro a negro, pues hoy tiene encima a la misma Contraloría General de la República.

La institución de control ya oficializó el pedido para conocer sobre su gestión. La investigación apunta a confirmar su participación como juez y parte en el sumario a una empresa financiera privada, del cual era un año tras, antes de llegar al BCP, gerente general. Lo que llamó la atención es que su administración no fue parte de la verificación de la máxima entidad bancaria.

Decimos que su salida solo es cuestión de tiempo, porque la actual administración del Gobierno lo sigue manteniendo. Pero el Ejecutivo actual se va, con lo cual también fenecerá el poder de Cantero Sienra. Lo menos traumático para él sería la renuncia. Empero, como si quisiera ocultar más cosas, se aferra al cargo. Es más, como si nada se anotó para hablar en nombre de la banca paraguaya en un evento internacional que se hará la otra semana en Buenos Aires, Argentina. De esa forma hizo trizas a cualquier borrador ético.

En medio de su silencio y esfuerzo de su grupo de sostenerlo en el cargo, la Contraloría ya inició los primeros pasos para aclarar sobre sus maniobras al frente del Banco Central. Eso, indefectiblemente, terminará dando la razón a La Tribuna, que hace tiempo viene indicando sus errores, que actualmente ya tiene la adhesión de otros medios de prensa.

La Ley 489, Orgánica del BCP, enumera cuatro vías para su salida: Es por fin de mandato, renuncia, mal desempeño o la comisión de delitos comunes. Para la renuncia se comunica al cuerpo parlamentario y en caso de mal desempeño y salida se requiere un previo acuerdo. Como sea, su remoción solo es cuestión de tiempo, y con él irá también el superintendente de Banco, Hernán Colmán, y demás socios que hacen mal uso del poder y de la información dentro del mundo financiero.