El reajuste del salario mínimo será del 3,6 % y regirá desde este martes, 1 de julio, según decreto del Poder Ejecutivo. El cálculo se basó en el IPC acumulado entre julio de 2024 y mayo de 2025, conforme a datos del BCP.
El Consejo Nacional de Salarios Mínimos (Conasam) recomendó el aumento. No obstante, autoridades reconocen que el actual método de ajuste no refleja el costo real de vida, por lo que se trabaja en una nueva fórmula, aun en desarrollo técnico.
Gobierno proyecta reformular metodología de actualización
Desde hace varios meses, el Ministerio de Trabajo lleva adelante reuniones con técnicos del BCP, del Ministerio de Economía y especialistas de la OIT. El objetivo es diseñar una nueva estructura para el cálculo del salario mínimo, que será elevada al Ejecutivo y posteriormente al Congreso Nacional.
Actualmente, la fórmula vigente fue establecida en 2016 y comenzó a aplicarse en 2017, pero ya no se ajusta a las necesidades económicas del país. Antes de esa modificación, los aumentos se producían solo al alcanzar una inflación acumulada del 10%, lo que podía tardar varios años y generar ajustes abruptos.
Con el modelo actual, los incrementos anuales buscan mayor previsibilidad, aunque ya no satisfacen plenamente ni a empleadores ni a trabajadores. El nuevo enfoque buscará equilibrar justicia social con sostenibilidad económica, sin distorsionar el mercado.
El salario mínimo dejó de ser una base y pasó a ser un tope salarial
Las autoridades también analizan el impacto del salario mínimo como herramienta de referencia dentro del sistema laboral.
Según datos oficiales, entre 270.000 y 300.000 personas en Paraguay ganan actualmente el salario mínimo, lo que representa un porcentaje considerable de la fuerza laboral. Aunque esta remuneración debería funcionar como una referencia inicial, se ha convertido en el techo salarial en muchos sectores.
El presidente Peña expresó que quisiera ver un salario mínimo de G. 10 millones, pero reconoció que eso no es viable en este momento. En paralelo, varias centrales obreras solicitaron un reajuste del 15%, propuesta que fue desestimada por técnicos del Gobierno debido a su impacto potencial sobre la formalidad del empleo.
Un aumento desproporcionado podría llevar a muchas empresas a la informalidad o al despido de personal, especialmente en sectores sensibles. Enrique Galeano, director del Trabajo y presidente de Conasam, expresó que se deben considerar los costos laborales adicionales, como el seguro social, a la hora de proyectar estos incrementos.
Proyecciones legislativas para modificar la Ley
Tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo trabajan en propuestas para actualizar el marco normativo del salario mínimo. Por un lado, el Ejecutivo ya desarrolla un anteproyecto de ley. Por otro, asesores de la senadora Esperanza Martínez también elaboran una iniciativa, a la que invitaron al Ministerio de Trabajo a participar.
Galeano valoró la apertura al debate sobre el método de ajuste, señalando que la participación de diversos sectores puede favorecer una solución consensuada y sostenible. Afirmó que el objetivo es construir una política salarial más moderna, justa y acorde al contexto socioeconómico actual.
Además, se busca revertir la tendencia que convierte al salario mínimo en el ingreso predominante en el país.
¿Aumenta la inflación cuando sube el salario mínimo?
Uno de los mitos más extendidos es que los aumentos salariales generan inflación inmediata. Sin embargo, el reajuste legal tiene como objetivo recuperar el poder adquisitivo ya perdido durante el último periodo. En consecuencia, no se prevé una ola de aumentos, siempre que la actualización se aplique de forma adecuada.
Cualquier intento de aumento de precios como consecuencia del reajuste representaría una práctica abusiva. El Ministerio de Trabajo monitorea de forma permanente el impacto del reajuste salarial. Según sus reportes, la incidencia inflacionaria posterior suele ser leve o moderada, comentó Galeano.
En promedio, los incrementos de precios posteriores oscilan entre el 0,7 % y el 1,1 %, sin una afectación masiva sobre bienes esenciales. En el caso de los alimentos, responden más a factores estacionales, como las bajas temperaturas, que al ajuste del salario mínimo, según el análisis técnico.
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Vigencia e impacto según el sector laboral
Mientras que el sector privado realiza los ajustes, en el sector público se aplicará desde el próximo año. Esto se debe a que debe contemplarse dentro del Presupuesto General de la Nación.
Sin embargo, los anteproyectos de presupuesto ya deben incluir este reajuste desde ahora. De esta manera, se garantiza que la medida tenga efectos plenos en el siguiente ejercicio fiscal.
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