Brasil es el único país que guarda silencio sobre el cobro de peaje fluvial en Argentina

Bolivia y Uruguay estarían apoyando el pedido de Paraguay a la Argentina de levantar el cobro de peaje fluvial sobre el río Paraná, a la altura de Santa Fe. Brasil es el único país que se mantiene en silencio, aún cuando sus barcazas tienen que cruzar también por el mismo lugar. Paraguay reiteró reclamo.

La Cancillería paraguaya solicitó por nota una reunión bilateral con Argentina para dialogar sobre el peaje fluvial. Recién el 26 de enero habrá una reunión de la Comisión del Acuerdo de la Hidrovía Paraguay-Paraná en Buenos Aires. El tema del encuentro será el peaje argentino mencionado. El comité lo conforman –además de Paraguay y Argentina– Bolivia, Brasil y Uruguay.

“Enviamos una nota nueva reiterando nuestra objeción e insistiendo en el diálogo bilateral. Recordamos que en la reunión anterior con Argentina (octubre pasado) había quedado pendiente la verificación de los datos técnicos porque eso es lo que va a comprobar si hay o no una prestación de servicio”, informó Enrique Franco, viceministro de Relaciones Económicas e Integración.

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El peaje fluvial tiene un costo de 1,47 dólares o 10.896 guaraníes por tonelada de registro neto (TRN) para las embarcaciones paraguayas, en el tramo Puerto de Santa Fe-Confluencia (hidrovía Paraguay-Paraná). La tarifa rige desde el pasado 1 de enero.

Brasil y Bolivia también utilizan los ríos Paraguay y Paraná para sacar sus productos a Rio de la Plata. Sin embargo, el gobierno de Lula aún no tomó cartas en el asunto.

Según el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym), el pago de peaje implicará un sobrecosto de USD 55 millones para el comercio paraguayo (importación y exportación), que se mueve en un 80% por la hidrovía.

El canciller paraguayo, Julio César Arriola, indicó que su par argentino, Santiago Cafiero, está dispuesto a hablar sobre el tema. Sin embargo, no demuestra ningún apuro.

Mientras tanto, el viceministro Franco señaló que el peaje no tiene justificación alguna porque no hay ninguna contraprestación por parte de Argentina que justifique dicho cobro.