El panorama nacional y el ambiente regional obligan a cuidar cada moneda …

Mucha prudencia es la recomendación de algunos economistas del sector privado mirando el 2023. Especialmente a la hora de gastar y asumir deudas. Algo de eso también deja entrever el Banco Central del Paraguay (BCP) tras su último informe del año, ya con el agregado de una observación desde la perspectiva internacional.


De por sí cada ciudadano siente en carne propia como concluye el 2022 y puede de alguna forma presumir cómo vendrá el nuevo período. Diciembre es un mes con buena carga de presión económica que generan los gastos por las fiestas de fin de año. Enero tiene su faceta especial, así como febrero y marzo, que son períodos donde hay una unión entre días de vacaciones, reinicio de los trabajos y costo de inicio de estudios para las familias.


En el contexto internacional, el panorama no es el ideal. Pues la posibilidad de crecimiento de la economía regional puede verse más deteriorada para el próximo año, donde habrá un juego de idas y vueltas entre los elevados niveles de precios y la siempre amenazante presión inflacionaria. Aunque parecen lejanos, afectan igualmente la prolongación de la guerra en Ucrania hasta la incertidumbre en torno a la situación sanitaria con el Covid y su epicentro en China.

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Además, internamente, se sabe que Paraguay se oxigena con los precios de los commodities agrícolas y la cotización del petróleo, que son realidades que escapan de las decisiones nacionales. Ante ese tablero nacional y lo que repercute lo de afuera hacia el país, es recomendable mucha sensatez y moderación con los gastos y las posibles deudas que se puedan contraer.


Más todavía cuando se carece de políticas públicas para desarrollar la Repúblicas por medio de incentivos para la creación de nuevas industrias, empresas, fuentes de trabajo y el casi abandono que hay a las familias rurales con planes de apoyo a la agricultura familiar.


El despeje económico es la suma de muchos factores, donde el ciudadano en solitario es un cautivo dentro de todo lo que debe hacerse. Allí también tiene mucho que ver los planes que hacen a la calidad de vida, como mejores infraestructuras y acceso a la salud y educación.


Por todo lo mencionado, más que nunca es importante saber que la economía personal y familiar dependerán de manera especial de la capacidad de gerenciamiento y gestión de las nuevas autoridades que asumirán el poder en agosto próximo. Como la experiencia actual no es muy saludable, entonces sirve reiterar mucho juicio y sabiduría a la hora de gastar y asumir deudas en el 2023. Como dice el dicho, es mejor prevenir que intentar luego curar.