Hace 53 años, Pecci daba en Miami, el primer grito de campeón

El emblemático torneo juvenil Orange Bowl, que en el Flamingo Tennis Center de Miami Beach cumplía en 1970 su edición consecutiva número 24, constituyéndose ya entonces en el más importante torneo junior de tenis de los Estados Unidos a la par del USOpen, tuvo por primera vez en aquella temporada como protagonista a un paraguayo (Víctor Manuel Pecci) quien además, alcanzó su consagración como campeón de dobles al lado del argentino Guillermo Aubone. La pareja habia dado aviso de su potencial al conquistar previamente un titulo en Buenos Aires. Hoy se cumplen 53 años de aquella primera proeza, aquel grito pionero de campeón que con el tiempo se iría multiplicando en sucesivos hitos hasta merecer su reconocimiento como el mejor deportista paraguayo de todos los tiempos (premio del Bicentenario).

El tenis entonces era un deporte prácticamente desconocido por el gran publico. Apenas era practicado en clubes cuyo numero era inferior a los dedos de una mano y la presencia internacional en justas de relevancia casi nula.

Pero un medio se erigió en el padrino de este fenómeno que surgía en el anonimato y apostó con fe y absoluta confianza en sus escondidas virtudes.

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El hecho, gracias al acompañamiento periodístico diario y permanente de LA TRIBUNA, genero un impacto nunca antes registrado en el mundo tenístico nacional, reducido a un puñado elitista de practicantes y seguidores. Comenzaba así a registrarse un fenómeno de popularización de un deporte que hasta entonces era casi desconocido en nuestro medio.

Como ya lo habíamos recordado en su momento nuestra columna de opinión rotulada Brújula Deportiva, LA TRIBUNA había arropado el advenimiento del joven tenista compatriota como verdadero nuevo precoz ídolo deportivo guaraní. Siguió paso a paso su campaña, informando de primera mano sus avances en las dos categorías en las que intervino y consignando su consagración, como se aprecia en la reedición del texto que encabeza esta nota evocativa.

Hace 53 años, las dificultades para obtener informaciones de este tipo de competencias deportivas eran innumerables. Pero superando todos los escollos, LA TRIBUNA informó a sus lectores la grata nueva asi como venia dando dia a dia resultados y detalles de sus precedentes actuaciones, ya sea con la ayuda de los telex facilitados por la compañía aérea Braniff International Airways o por las onerosas comunicaciones telefónicas.

La noche de la final de dobles, aquel 29 de diciembre de 1970, la redacción de LA TRIBUNA estuvo en vilo hasta la madrugada siguiente, sin que se pudiera establecer la comunicación. Hubo que cerrar la edición sin el resultado. Pero ya en los albores del nuevo día, se pudo lograr el contacto telefónico, conocer el histórico desenlace y publicarlo en alcance delatando en los apellidos mal consignados de sus rivales, la carencia de fuentes de información precisa para recurrir en la época y basandonos en lo que el odio podía copiar de la cita pronunciada por el propio protagonista paraguayo, sin posibilidad de deletreo.

Victor Pecci y Guillermo Aubone, cerraban en aquella épica jornada, una campaña excepcional, conquistando el título al batir en la final a la pareja de jugadores estadounidenses Mike Fishbach-Vitas Gerulaitis por 7-5, 6-8, 6-4. Como revela el sc ore, en aquella época no existía aún el tiebreak.

Gerulaitis ya como profesional llegó a ser despues numero 3 del mundo  y ganador de dos torneos de Grand Slam (singles en Melbourne y dobles en Wimbledon). Falleció trágicamente a los 40 años en 1994.

Después de aquella pionera conquista del declarado «Deportista del Bicentenario», pasaron 51 años hasta que otro paraguayo, Adolfo Daniel Vallejo Alvarez, pudo ganar un nuevo titulo del Orange Bowl, esta vez en singles.