Otoño cálido y frío intenso de poca duración predice Meteorología para el 2024

Los efectos de El Niño seguirá afectando al planeta hasta mayo, según explico el director de Meteorología e Hidrología de nuestro país. En tanto la Organización Meteorológica Mundial (OMM) dijo que febrero fue un mes de «calor extremo» en el hemisferio sur y de altas temperaturas atípicas en el invierno del hemisferio norte, particularmente en Europa, donde se registraron algunos récord.

En dialogo con Eduardo Mingo, director de Meteorología e Hidrología, nos manifiesta que el fenómeno de El Niño seguirá afectando a la región hasta el mes de mayo aproximadamente “una primera condición es que El Niño sigue con señales hasta mayo aproximadamente. Con esa premisa, el otoño puede presentarse cálido”.

Las altas temperaturas en nuestro país rondaron los 50 grados centígrados en los marcadores ubicados en las intercepciones de diferentes calles de la capital. Algunos llegaron a 49 grados, otros 48 (foto), pero la mayoría mostraban por encima de los 40 grados centígrados. En el Chaco también se observaron altas temperaturas.

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Mingo explicó que se podrían dar golpes de fríos intensos durante el invierno, pero que todo depende del comportamiento que tenga el fenómeno en estos meses. “La incertidumbre pasa por la siguiente fase que sería una denominada fase neutra. La misma puede disparar condiciones extremas de temperatura a ambos lados. La fase neutra es la más complicada. Con ello, podríamos esperar un invierno que tal vez se tengan golpes de frío intenso, pero que no se extiendan en el tiempo”, relató.

Sobre la situación del planeta que experimentó altas temperaturas y la posible entrada de La Niña, y la alerta que el Centro de Predicción Climática del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS, siglas en inglés) advirtió que los efectos de La Niña podrían iniciar durante el verano boreal “esa es la señal que nos indican los colegas que siguen al índice, a partir del segundo semestre”, comentó.

El pasado mes fue probablemente el febrero más cálido o uno de los más cálidos registrado en esta zona, lo que todavía debe confirmarse con mediciones definitivas. En Sudamérica (foto), las altas temperaturas y la sequía prolongada en varias regiones provocaron un aumento de los incendios y de emisiones de gases de efecto invernadero en la selva amazónica del norte durante febrero.

LA NIÑA

El Centro de Predicción Climática del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés) pronosticó que el fenómeno de La Niña podría surgir durante la segunda mitad de 2024. La proyección está basada en la fuerte intensidad de El Niño en curso, cuyos efectos devastadores lo colocan en la inusual categoría de “El súper Niño”. El NWS emitió una alerta esta semana. Advirtió que los efectos de La Niña podrían iniciar durante el verano boreal, pero lo más probable es que el cambio meteorológico sea en otoño. De acuerdo con sus estimaciones existe un 55% de posibilidades de que se desarrolle entre junio y agosto. Entrega 77% de probabilidades para que esto ocurra entre septiembre y noviembre.

El Niño y La Niña son cambios atmosféricos que se originan en el océano Pacífico ecuatorial. Tienen la capacidad de alterar las condiciones del clima en todo el mundo. Son fases opuestas del patrón climático ENOS ( El Niño-Oscilación del Sur), por lo que no pueden ocurrir de manera simultánea. En un evento de La Niña, los vientos alisios se fortalecen para llevar más agua tibia hacía el oeste, y en el Pacífico oeste las aguas profundas y frías se elevan para reemplazarla. En El Niño, las corrientes de aire fijas se debilitan. Menos agua se mueve hacia el oeste y las aguas del Pacífico central y este se calientan por encima de sus registros habituales.

Según explicó Eduardo Mingo, la Niña es un fenómeno contrario a El Niño “dependiendo de la temporada en que se presenten, podemos decir que si, sobre todo en lo que respecta a lluvia”.

La Niña se manifiesta de dos formas en América Latina. En regiones de Colombia, Ecuador y el norte de Brasil, su paso deja lluvias intensas que derivan en grandes inundaciones. Para territorios como Perú, Bolivia, Paraguay, Argentina, Chile y el sur de Brasil, el efecto es contrario, con altas temperaturas y sequías.

Las modificaciones climáticas afectarán a los procesos de cultivo de diferentes vegetales, frutas y semillas. Los analistas anticipan que la producción de trigo y maíz en Estados Unidos, y de soja y maíz en América Latina, se verá alterada, por lo que se espera un aumento de precio en dichas materias primas.