Oposición, división, desconcertación y el fin de la izquierda

La oposición, desde el inicio de la campaña electoral, no despegó. La dupla de la Concertación, Efraín Alegre y Soledad Núñez, no tuvo la aceptación plena de toda la oposición desde su conformación. Surgieron otras candidaturas y se consumó la división: del que era la tercera fuerza, el Frente Guasu, una parte quedó en la Concertación y otra fue detrás de la postulación de Euclides Acevedo. Se estiraron por la figura de Lugo que ya estaba apagada en esta situación, por motivos de salud y por su silencio.

La oposición dejó de tener una referencia política fuerte: no tiene un líder que se vea como un político comprometido. Entonces, no aparece como una opción para la alternancia y la gente está harta. En este clima, aparece un candidato, aunque sea de derecha, representa a ese sector que está harto: Paraguayo Cubas, que desplazó al Frente Guasu y ahora él es la tercera fuerza y el FG se hundió.

Lo dijo el senador, Jorge Querey: la victoria del Partido Colorado es el fin del sector progresista que se inició con Fernando Lugo en el 2008. Admitió que su grupo debe pensar como activar en contra de la «alternativa antisistema» que representa Paraguayo Cubas.

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Cubas, en su primera elección siendo él líder, logró 5 bancas en el Senado que es una paliza para la izquierda, no tanto así al Partido Colorado porque este partido ganó más bancas en ambas cámaras. En la Cámara Baja, el partido de Cubas logró cuatro bancas.

Lo peor de todos es que la Concertación estaba tranquila y sintió la derrota como balde de agua fría. Hugo Richer, que integraba el Frente Guasu admitió también diciendo que esperaba menos votos para el FG por la división, pero no el fin de la izquierda, tras las elecciones del 30 de abril de 2023. La desconcertación es un hecho.

Efraín Alegre, cuando admitió su derrota dijo que la división fue la culpable. y justamente a él se le pidió, por todos los medios, que busque la unidad de la oposición y, si es que hizo algún esfuerzo para eso, no se vio ni se sintió. Desde el inicio, apareció como un líder de la oposición que no trabajó por la unidad de este sector. Su figura con sus declaraciones desacertadas, inclusive en el día de las elecciones, era más repelente que atrayente para muchos. Expresaba poca empatía con los electores.

La postura del presidente Abdo

La postura del presidente, Mario Abdo Benítez, de criticar al cartismo y amagar que no apoyaba la candidatura de Santiago Peña, no tuvo ningún efecto. Tampoco tuvo efecto la sanción de significativamente corrupto, por parte del Gobierno norteamericano contra Horacio Cartes y varios otros exponentes del Partido Colorado, lo que parecía ayudar a la oposición. El propio Paraguayo Cubas señaló que los Estados Unidos de América ayudaron al Partido Colorado y no a la oposición.

Justo durante la campaña convirtieron en víctima a un ex gobernante y actual presidente del Partido Colorado (Horacio Cartes), dijo Cubas. Subrayó que durante la campaña la gente estaba muy sensible y más bien esa gente dio su apoyo a los que son colorados víctimas y no a la oposición, según su reflexión.

La caída del PPQ

Otro de los partidos que ve su caída libre es el Partido Patria Querida, que llegó a tener bancas, tanto en el Senado como en Diputados en su buena época. Sencillamente sus dirigentes no se conectaron con la gente y así le fue. Eran políticos de escritorio o de oficinas, pero no dirigentes.

El Partido Encuentro Nacional mantiene sus dos bancas. También tiene el grave problema de que la mayor parte de los políticos que integran este partido no se conecta con la gente. Son más de redes sociales.

El paso de Chilavert

José Luis Chilavert, que se postuló para la Presidencia de la República, generó poca expectativa y apenas tuvo más de 4.000 votos en todo el país. Primero, llegó tarde para ponerse en carrera. Segundo, prácticamente no hizo campaña y su figura no prendió en el imaginario del elector. Tercero, es un pelotero que estuvo de paso por la política en Paraguay.

La ANR a su aire

Mientras tanto, el Partido Colorado se prepara para gobernar con mayoría parlamentaria. En el Senado tendrá mayoría absoluta; mientras en Diputados tendrá mayoría, aunque no llega a la cifra de «absoluta» que son 53 bancas, llegó a 48 que son suficientes para maniobrar la sesión del cuerpo legislativo y decidir la aprobación de leyes según su conveniencia. La oposición apagada, luego de los comicios del 30 de abril de 2023, tendrá que iniciar un nuevo rumbo.