HABÍA UNA VEZ (V) La gran Banda de Músicos de la...

Si buscáramos en nuestro país una escuela de músicos, formadora la flor y nata de los instrumentistas paraguayos, sin dudar mencionaríamos en primer lugar la BANDA DE MUSICOS DE LA POLICIA NACIONAL. Creada en 1912 por dos maestros de gran renombre en la época, de aquellos que vinieron a nuestro país para sumar su talento al crecimiento cultural del Paraguay, NICOLINO PELLEGRINI y SALVATORE DÉNTICE. El primero, nacido en Viggiano , provincia de Potenza (Italia) en 1893 y el segundo también originario de ese país, conforman el primer cuerpo directivo de la portentosa BANDA DE MÚSICOS DE LA POLICIA NACIONAL.

HABÍA UNA VEZ (IV): Big Boys Serenaders, por siempre

Este grupo musical arranca en los 50 de la mano de THIDE SMITH, su director y pianista, para ser la formación musical obligada de las fiestas más importantes de la época. El sello de distinción de un evento bailable, lo ponía la BIG BOYS SERENADERS. La inconfundible voz de Nery Bedoya daba el timbre adecuado para el realce del grupo musical que en sus inicios estaba conformado por otros músicos como Hernán (Chongo) Báez Recalde en guitarra eléctrica, Milciades “Pequeco” Cabrera en clarinete (que sería el instrumento característico de los Big Boys, su sonido acompañaría al grupo hasta el último), Gumercindo “Piteca” Rojas en acordeón a piano, Carlos Baez Renfeld en bajo eléctrico, Hiroito Villasboa en batería. Luego fueron uniéndose Benjamín Benza (piano), Hernan “Palon” Baez Recalde (clarinete), Kike Kronaweter (Batería), Kuko Nuñez (acordeón), Hugo Loncharich (Bajo), Carlos S. “Tortuga” Bedoya (canto), Jean Landó (contrabajo) y los compositores Antonio Medina Boselli y Eduardo Speciale. También Angel Fanego, el histórico baterista de los Jokers, en sus comienzos pasó por los Big Boys Serenaders.

HABÍA UNA VEZ (III), artistas nacionales en programas de gran cobertura...

El esfuerzo siempre genera la oportunidad de crecer y mostrarse al mundo. De los “covers”, los Blue Caps pasaron a la necesidad de la creación propia. Tito Arriola contacta con Silvio Soldán, aquel presentador de “EL SPECIAL”, un programa de gran cobertura en la Argentina y América. La oportunidad se presenta y el viaje se realiza con más ilusiones que experiencia en el gran mercado. Pero las cosas salen bien desde el primer día. De músicos animadores de fiestas juveniles, se transforman en artistas de primer nivel sujetos a las exigencias de un público ansioso de nuevo sonido y temas nuevos.

La Televisión nacional encuentra nuevas estrellas

La televisión marca un nuevo derrotero a los artistas nacionales. El Canal 9 TV “CERRO CORÁ” abre sus puertas a artistas de la talla de Jacinto Herrera, triunfador en el cine y la televisión argentinos, Matías Ferreira Díaz, Ernesto Báez, locutores y animadores como Miguel Ángel Rodríguez, Susana Ibáñez Rojas, Héctor Velázquez, Edith Victoria. Los primeros programas en vivo se transmitían desde uno de los últimos pisos del edificio del IPS, ubicado en Constitución y Herrera. “MARTEL Y LA JUVENTUD” se llamaba aquel programa que presentaba a los BLUE CAPS en el novedoso medio de la televisión paraguaya, cuya historia también recoge a este grupo musical como un hito de la música juvenil.

HABIA UNA VEZ…(I), un grupo de rock llamado «Los Blue Caps»

Corrían los sesenta, los Beatles reventaban los escenarios mundiales. El vinilo no daba respiro a los melómanos de la nueva música que invadía los colegios, las calles, las fiestas, el espacio parecía pequeño para dar cabida a la nueva sensación que había llegado para permanecer hasta siempre entre los habitantes del planeta. El Paraguay no fue la excepción. Los jóvenes vivían para aguardar los nuevos discos que venían por medio de una o dos casas distribuidoras de estos materiales que no permanecían en los escaparates por más de una semana. En ese tiempo, nacía en Paraguay una banda de rock llamada "Los Blue Caps", que más de un lector de La Tribuna habrá de recordar.

Los vaticinios de una sección clásica de La Tribuna, “¿Cómo me...

Partiendo del principio de que la predicción es una necesidad natural, al decir del enigmático español Jesús Iglesias Janeiro, La Tribuna publicó durante décadas su consultada sección “¿Cómo me irá hoy?”, un memorable clásico, leída por toda clase de público.

Las cosas de Chin (Chingolo), el sabio de la risa

Se llamaba César Espínola, apodado Chingolo. Pero solo unos pocos familiares lo llamaban Chingolo. Casi nadie lo llamaba por su verdadero nombre. Ni César ni Chingolo, Chin. Así fue conocido por los lectores de aquella La Tribuna pregonada desde el alba de aquella quieta Asunción de la década de 1960.

La Tribuna, con más novedades de lectura los fines de semana

Como valor agregado a las notas, reportajes, opiniones y editoriales, La Tribuna irá agregando en sus páginas novedades. Serán dadas, mayormente, los fines de semana como una forma de alentar la lectura fuera del foco permanente de la rutina diaria.

Opinión

Milei, ¿el Quijote real?

El futuro de la Nación Argentina está en manos de un personaje quijotesco, con un libreto académico y repleto de desbordes emocionales que elevan...

Espacio Pagado

Espacio pagado: Resolución Nº 26.343/22.

"Por la cual se rectifica el informe de intervención de la Cooperativa Multiactiva San Cristobal LTDA." (REG. Nº 197), aprobado por resolución INCOOP Nº...